BANCUDO: Cabalgadura cuyos cascos han crecido perpendicularmente, más de lo normal.

Nota Nacional

Felipe Ramírez y la Pasión Charra

*  Locutor que quiere trascender

* Emergió de la Escuela de la Vida

* Invita a las nuevas generaciones

Por Carlos Sánchez Mariscal

         Felipe de Jesús Martínez Ramírez tiene 59 años de edad y desde que se acuerda está metido en la charrería, pero desde hace ocho años llegó a la locución, invitado por el “gusanito” de narrar una competencia del Más Mexicano de los Deportes.

Sabe y reconoce que su mejor aliado para llegar a estar ante el público y narrando en el “cacarizo” (micrófono), sin duda ha sido haber emergido de la Escuela de la Vida. En la actualidad es el Coordinador de Locutores en Jalisco y sabe que su fantasía no tiene fin, porque seguirá trascendiendo.

“Me gustaba el pialadero y la jineteada de toro, entrando con el equipo Soyatlán del Oro y donde aprendí algo, tampoco te voy a decir que era una lumbrera. De este equipo emergió Charros de Occidente que por los 70´s entrenaban en Tapatía de Charros”.

Pone su mirada en el infinito en la entrevista que realizamos con este personaje, en el Rancho Santa María que fue sede del Torneo Tequila Hacienda Vieja de jueves al sábado pasado.

“De S          oyatlán del Oro pasé al Rancho San Miguel propiedad de don Nacho García Aceves –dueño de la Plaza de Toros Progreso y Nuevo Progreso de Guadalajara-. Ahí aprendí bastante, montábamos caballos por 12 horas, mirando y acariciando aquellos terrenos con ganado separado cada uno de los potreros, con ejemplares del mismo color”, dice emocionado.

Los recuerdos lo hacen que se ilumine su rostro.

“Empecé a ir a las competencias charras abriendo la década de los 70´s a Charros de Jalisco, que sigue siendo una gran escuela y sobre todo, donde pude ir afinando detalles para estar dentro de la charrería. Domingo sin charrería, no era domingo y yo los aprovechaba al máximo, incluso a veces sacrificando a la familia y ahora por la locución se descuida un poco el negocio familiar”.

-¿Cómo llegas a la locución?

“Hace ocho años que se formó la Asociación La Esperanza de Buenavista del meritito Tlajomulco de Zúñiga, empecé a ir a ayudar a mis compañeros charros como Horacio Franco que nos capacitaba, Héctor Rentería, Nicolás Chávez y más, que siguieron adelante. A la fecha el equipo sigue vigente y charrea seguido para entrar a los selectivos estatales”.

Es en ese trance, que Ramírez Martínez se enrola para empezar a narrar al equipo mientras estos entrenaban, siendo el coordinador de Locutores en Jalisco, el Ing. Ramón de León Ortega.

“Gracias a ello me dieron la oportunidad de irme superando a tal grado que ahora en día, me toca estar narrando en los mejores torneos del país e incluso en Campeonatos Nacionales, desde el 2005 y repitió en el 2009, Morelia 2007 y el Internacional con don Vicente Fernández Gómez que se jugó en el 2007, entre muchos más”.

-¿Qué ha sido lo más difícil entrar en la locución?

“Narrar las acciones de soga, por decir así, cuando el charro ejecuta su floreo.

-¿Alguna Satisfacción?

“Creo que muchas. Estar y haber llegado a tener y estar dentro del deporte que más me gusta en la vida, creo que ha sido hasta ahora lo mejor que me ha pasado”.

Reconoce que día con día se aprende algo en la locución y mientras más se lea, más cultura se gana y sobre todo se conocen antecedentes, suertes o faenas, ya que en los tiempos muertos de las charreadas es cuando hay que ofrecer cápsulas charras informativas o culturales para tener entretenido al público.

Antes de despedirse, aprovechó para correr la invitación a los que estén interesados en la locución charra.

“Invito cordialmente a las nuevas generaciones que se quieran acercar con un servidor para platicar de sus inquietudes y asistir los miércoles por la noche a la junta semanal, que hacen en la unión de asociaciones charras del Estado de Jalisco”.

Para mayores informes, llamarle a Felipe Ramírez al celular  (333) 197-7958 ó en bien en su Refaccionaria en el teléfono (01-33) 3796-0603.  

Y como siempre termino a mi manera, recordando que “Bien sabe el diablo a quién se le aparece”.

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