EN EL LIENZO
Por Ricardo Zermeño Barba
EN EL
LIENZO
Por Ricardo Zermeño Barba
Enero 27, 2008UN ORGULLO EL TRAJE CHARRO, PERO… Hola estimados amadores del Más Mexicano de los Deportes, ahora abrimos con el refrán de que “Vestirse de Charro, es Vestirse de México” y la verdad sea dicha, que denigrante que una novela dizque de moda, esté pisoteando al Deporte Nacional Por Excelencia: La Charrería. Antes, hay que aclarar que esta columna siempre ha tenido como línea, hablar positivamente de nuestro amado deporte y para nada de utilizarla para ataques. Resulta que la novela “Fuego en la Sangre” que se trasmite de lunes a viernes, en la que salen Jorge Salinas, Eduardo Yáñez y Pablo Montero, está poniendo en ridículo al traje charro, como en algún tiempo lo denigró el Grupo Garibaldi. De por si el cine mexicano había dejado la estela varios “milagritos” de que el charro, era parrandero, mujeriego y jugador, lo que en las últimas décadas ha cambiado, porque ahora la charrería tiene mejor prestigio y que ha costado bastante, para limpiar la imagen que se tenía de esta disciplina, que es, nada más y nada menos, que Nuestro Deporte Nacional y lo digo con mucho orgullo. Debo admitir que no soy muy afecto a las novelas. El jueves llegué a casa y mis hijas veían la telenovela, pero como tenía que darle una información a una de ellas, toqué en su cuarto y estaba viendo la televisión y mientras le daba los detalles del mensaje, me percaté de lo que mis incrédulos ojos miraban, la charrería disfrazada de charlotada. Y AHORA ¿QUIÉN PODRA DEFENDERNOS? Y si usted amable lector no ha tenido la oportunidad de ver esta novela, se la dejo de tarea, aunque que bueno que se haya pensado en la vestimenta charra y que es un honor portarla, pero alguien debió haberlos asesorado. Hace días leí con atención lo que sobre el mismo tema escribieron Oscar López el “Charro Virtual” y CASAMA, cada quien a su manera y su peculiar estilo, pero la verdad sea dicha la charrería también debe protestar de alguna manera con los productores o con la gente de televisión, porque agravios como ese, no debemos permitirlos. Si de por si, ya con comparación burda con el mariachi, nos ofendemos, ahora con este telenovela, peor aún. En la novela, vemos a un tipo con camisa sin mangas, se les ve el ombligo, el barbiquejo lo traen en el pescuezo, cuando deberían de vestirse apropiadamente y que se sea un honor. Sombreros como empanadas viejas y parece que se ahorcan al ponerse el mismo. Debemos pedir respeto por nuestro traje charro, porque es todo un orgullo portarlo, con hombría y gallardía, pero jamás permitir que lo estén pisoteando como ahora en “Fuego en la Sangre”. El charro tiene un don, decía don Delfín Sánchez Juárez, por eso hay que vestirse con propiedad. El mismo vate e insigne personaje, decía que un charro “Puede hincar la rodilla en el polvo, para atar la chaparrera a un amigo que se inclina sin alardes cortesanos, para dejar las uñas de sus manos en el tarugo de pulido cuerno, que no entra en el hojal de recio cuero que se ablanda con el roce brutal de la yegua o con el toro de agresque reparada…”. Ya cerrar esta entrega, ha que recordar que “Vestirse de charro es vestirse de caballero y vestirse de México”, por eso pido respeto para el traje nacional. Comentarios al columnista: zermenobarba@yahoo.com.mx |
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